Jose Kareaga | Jose Kareaga

Jose Kareaga | Jose Kareaga | Biografía

Jose Kareaga. Artista Eibarres (1930 - 2008). Hijo y nieto de grabadores, se desenvolvió en diversas áreas artísticas, desde el grabado, al dibujo, el modelado, hasta que finalmente encontró su pasión; la pintura al óleo. Su obra se centra en los paisajes tan característicos de Euskadi, donde capta los difíciles grises y verdes de sus tierras y cielos, los hayales y la arquitectura popular de sus viejos caserios.

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GRABADO,

MIS PRINCIPIOS

Nací en la calle Maria Angela (Errebal-kalia) el 9 de Marzo de 1.930. Mi casa distaba muy poco de otra en la que nació el ilustre pintor eibarrés Ignacio Zuloaga. Hijo y nieto de maestros grabadores.

A los 11 años ingresé en la academia municipal de Dibujo, regentada por dos preclaros eibarreses; el profesor Gregorio Muguerza y el gran pintor Jacinto Olave.

A los 13 años, en el taller de grabado de mi padre Mateo Kareaga, inicié bajo su experta mirada, mis primeros pasos en el arte del modelado y grabado. Él fue mi verdadero maestro.

A los 16 años ingreso en la Escuela de Armería, por un periodo de 3 años, donde adquiero conocimientos de álgebra, dibujo industrial…

A los 17 años obtuve el primer Premio Provincial en modelado en cera y vaciado en escayola, en Donostia.

A los 18 años, por la misma técnica, me otorgaron en Madrid, a nivel nacional, una Mención Honorífica.

En esta faceta de grabador destacan mis trabajos de medallería, troquelería, placas conmemorativas y trabajos de joyería.

Toda la vida dedicada al grabado ha hecho que en el año 1994 la Cámara de Guipúzcoa me otorgue un Diploma por mi trayectoria artesanal en el mundo del grabado.

MI TEMPRANA PASIÓN POR LA PINTURA

Creo que llegué al mundo, cautivado por el arte; la naturaleza. Era muy niño cuando comencé a degustar los encantos de esas maravillas. Mi abuelo paterno, Kaietano Kareaga, supo también conjugar en su vida esos preciosos elementos. Recuerdo, hablando de mi infancia, la impresión imborrable que dejó en mí cuando apenas contaba 6 años, aquel pintor callejero que luego, con el andar del tiempo, llegaría a ser el gran artista Bay-sala. Pintaba y vendía en el arenal de Bilbao. Allí llegue con mi familia como otros muchos guipuzcoanos. Era el tiempo de la guerra.

Desde muy temprana edad disfruto contemplando de la naturaleza. La belleza que en ella descubro la intento plasmar sobre el cuaderno, tomando apuntes a lápiz. Mi tía Mercedes me regala un estuche de acuarela y tomo apuntes con ésta técnica.

Mi padre, temeroso de que esta afición me aparte del oficio del grabado, me dice: “Ez eik deborarik galdu, horrekin koloriekin…” pero mi padre, al contemplar mis trabajos se siente vencido y enciende la luz verde.

Asociación artística de Eibar. Jose Kareaga

LOS INICIOS EN LA PINTURA, MI VOCACIÓN

A los 19 años acudía a Bilbao a la academia del pintor Miguel Marañón a perfeccionarme. Aquí aprendí la técnica al carbón. Los años que suceden pasan con un deseo único para mí. Mi vocación, no cabe duda, es la pintura.

Tomo contacto con jóvenes pintores eibarreses, Paulino Larrañaga, Ignacio Iraegui, Dunixi Murua, Fernando Beorlegui… y juntos salimos periódicamente al campo provistos del instrumental de trabajo. Nuestro escenario preferido, el duranguesado. Sigo la tradición “plenairista” de los impresionistas, comienzo el cuadro “in situ” aunque reelabore luego en el estudio esta primera impresión. Mir, Sisley o Vázquez Díaz entre otros son mis referentes.

Comienzo a participar en los Certámenes de Pintura al aire libre en Guipúzcoa y Vizcaya. En 1961, a los 31 años, obtengo el 3º premio de Artistas Nóveles de Guipúzcoa. A partir de ahí hasta el año 1973, son 17 los premios que me han sido otorgados en diferentes certámenes.

EXPOSICIONES
DE PINTURA

Es en esta década es donde mi pintura se sitúa en la frontera entre el impresionismo y el expresionismo. Mis pinceladas van ordenadamente modelando las formas, una pincelada con un claro propósito constructivo que nos hace recordar a los cubistas, influencia probablemente de mi formación en el modelado.

Pincelada segura, enérgica acompañada de una paleta impresionista. El propio color es el que refuerza la concepción volumétrica. La temática, el paisaje, sobre todo el paisaje vasco, donde trato siempre de captar los difíciles grises y verdes de sus tierras y cielos, los hayales y la arquitectura popular de sus viejos caseríos.

Mas de 400 óleos son los cuadros que he pintado a lo largo de mi vida y que se han podido ver en diferentes exposiciones, tanto individuales como colectivas.